Richard Wagner ( 1813 – 1884 ), Fue un gran compositor nacido en Alemania, con extraordinario talento artístico, creador del simbolismo y del impresionismo musical, conocido por ser antisemita y compositor preferido de A. Hitler, y asociado comúnmente, con considerable justificación, con el régimen nazi y con las terribles experiencias de millones de judíos y de otros pueblos "inferiores" que exterminó. Para muchos judíos israelíes, la música de Wagner ha llegado a simbolizar los horrores del antisemitismo alemán; incluso para muchos europeos no-judíos, Wagner es difícilmente aceptable por algunas de las mismas razones, particularmente en países que sufrieron la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Wagner fue un compositor sólo de óperas, y su obra es tan dominante y tan profundamente obsesionada por el pasado, los mitos, las tradiciones, los logros germánicos, y sus ideas más problemáticas sobre las razas inferiores; a pesar de todo fue un gran genio indiscutible cuando se habla de teatro o de música, revolucionó toda la concepción de la ópera existida hasta ese momento, transformo todo el sistema musical y creó diez obras maestras; pero el problema existe al admirar su música e interpretarla y separar su grandeza musical con el uso que hicieron los nazis de sus escritos. Aunque Wagner murió medio siglo antes de que Hitler llegara al poder en Alemania, el compositor nunca ocultó sus ideas antisemitas. Cuando los nazis se instalaron en el gobierno del Tercer Reich, Wagner se convirtió en su músico favorito, y en la mayoría de los campos de concentración se programaba su música. Por estas razones, en Israel se ejerce una censura tácita sobre la obra de Wagner, que rara vez se programa en la radio y nunca después del Holocausto había sido interpretada en vivo por una orquesta.
De hecho, el único antecedente que se recuerda de haber intentado cambiar esto fue en 1981, cuando bajo la batuta de Zubin Mehta, la Orquesta Filarmónica de Israel trató de interpretar un pasaje de la ópera Tristán e Isolda. En eso estaban cuando un sobreviviente del holocausto saltó al escenario, se abrió la camisa y mostró las cicatrices que sufrió en un campo de concentración nazi. El director interrumpió la interpretación.
Afirman muchos historiadores que Wagner sentía desprecio por los judíos, a los que dedicó irónicamente muchas de sus composiciones, rencor se expresaba con una de sus frases: “Si su lenguaje impide casi completamente al judío expresar sus sentimientos y sus ideas por medio del discurso, con más razón una manifestación semejante le resultaría imposible por el canto. El canto es el discurso llevado al más alto grado de la pasión; la música es la lengua de la pasión. Si al judío le sucede elevar el tono de su discurso hasta el canto, su animación nos parece ridícula, y como nunca toma el acento de una pasión susceptible de emocionarnos, se nos convierte en insoportable”. Para los nazis, las óperas de Wagner suponían una llamada a la exaltación de los sentimientos románticos y mitológicos germánicos y a su profundo anhelo de redención; que además les servían para sustituir su paranoico complejo de inferioridad con la convicción de pertenecer a un pueblo único y superior. Hitler sentía ya en 1912 una verdadera pasión por la música de Wagner, particularmente por Parsifal, que exaltaba a los caballeros teutónicos y a la raza aria. Con esto se demuestra como los nazis con su principal figura Adolfo Hitler utilizaban la creación musical de el Compositor Richard Wagner, para crear una conciencia antisemita y anti –judía, y con ello se evidencia el mal uso de el arte en función de la violencia.
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